Aún y cuando creemos que merecemos un ascenso, al pedir un aumento salarial o un mejor paquete de beneficios, no todos encuentran fácil hacerlo, esto puede ser específicamente real para las mujeres.
De acuerdo a una investigación realizada por Mintel, las mujeres continúan siendo las menos seguras al pedir un aumento de sueldo que los hombres – casi la mitad, de hecho, un 42% de los hombres diciendo que se sienten seguros al pedir un aumento, comparado con un 22% de las mujeres.
Tradicionalmente, las mujeres no son buenas en pedir por un aumento de sueldo. Se dice que por lo general cuando una mujer ve una descripción de trabajo, y si ella domina 9 de los 10 requisitos, solo se va a concentrar en el requisito que no está segura de dominar, y como resultado, puede que no aplique para el trabajo. Mientras que puede que un hombre vea el mismo anuncio y se sienta seguro de aplicar, ¡incluso cuando solo puede cumplir con 4 de 10 requisitos!
Así que, ¿qué es lo que puedes hacer para elevar nuestra confianza al pedir y hablar sobre dinero? Y ¿qué pasos puedes tomar para mejorar tus posibilidades de un resultado favorable al pedir un aumento salarial?
El nerviosismo al hablar sobre dinero puede ser causado por diferentes factores – la falta de autoestima, dificultad para romper las normas culturales, miedo a ser visto como alguien mercenario o miedo al rechazo. Pero es importante recordar que asegurarte de que tu paga es justa es un derecho básico. Si lo haces de manera correcta, demostrar tu capacidad de negociar demostrará inteligencia comercial que impresionará a tu jefe.
Dite a ti mismo: ¿Qué es lo peor que puede pasar? Lo peor que puede pasar es que digan que no. Pero ¿quién preferirías ser – alguien que lo intentó, o alguien que no se atrevió a preguntar?”
Debes de asistir a esa reunión lo más preparado posible. Comienza con echar un vistazo a los últimos años y a pensar en que ámbitos has sobresalido. Echa un vistazo también a tu descripción de trabajo y piensa en las veces en que has hecho más de lo requerido. Pregúntate: ¿En qué proyectos en los cuales has estado involucrado ha sido un verdadero éxito? Enlista el impacto que has tenido – en tu equipo, la empresa y en el resultado.
Este ejercicio es una buena manera de recordarte a ti mismo que mereces un aumento, pero tiene otros beneficios también. “A veces, simplemente tu director puede no estar consciente de – o puede no recordar – todas las cosas que has logrado, y cuánto has contribuido. Así que haz memoria de toda retroalimentación en evaluaciones, testimonios de compañeros de trabajo y de comentarios de clientes u otras partes de la empresa.”
Tienes que ir a la reunión con una buena idea de tu valor – y estar consciente de lo que tu potencial merece y qué le falta por el momento. “No negocies solo porque sí – solo para demostrar de que puedes. Mide la oportunidad y toma referencias de tus compañeros.
El Estudio de Remuneración de Robert Walters puede ser de gran ayuda. Además, la mayoría de las industrias son apoyados por publicaciones y organismos que proveen regularmente reportes de salario. Otra manera de comparar tu paga es echando un vistazo a anuncios de trabajo en páginas de reclutamiento. Plataformas como Glassdoor y LinkedIn también proveen información sobre salarios que podría ser de gran ayuda para obtener una indicación clara del rango salarial de tu puesto de trabajo y de tu nivel de experiencia.
Hablar con un reclutador de confianza puede ser otra buena idea. Ellos manejan con negociaciones a diario y pueden darte orientación sobre qué es lo que puedes pedir.
Aunque es importante tomar referencias sobre tu salario correctamente, advierte sobre centrarse en la paga de un compañero de trabajo en específico. “Es peligroso adentrarse en comparaciones directas con colegas, menciona. “No querrás entrar a la junta con la pregunta, “¡¿Por qué Bob gana más que yo?!” Puede que no sepas el panorama completo, y qué tipo de planteamiento tenga la empresa con ese empleado. Además, por supuesto, la situación está implícita en la conversación de cualquier manera.”
Las mujeres, especialmente, tienen que aprender a usar el lenguaje correcto en las negociaciones y ser más seguras y directas. Así que, practica hasta que lo logres.
Practica lo que quieres decir, y de qué manera, esta es una excelente manera de incrementar tu confianza para la futura reunión, él agrega. “Discute sobre lo que vas a decir con un compañero o amigo en el que confíes – excluye las expresiones como ‘Lo siento mucho’ y ‘Estoy extremadamente agradecido’.”
Encuentra a alguien en quien confíes y con quien puedas tener una conversación sincera para discutir tus miedos y preocupaciones. “Encuentra a un mentor que pueda darte apoyo y orientación. Habla con alguien que haya pasado por una situación similar.
Otra manera de aligerar la conversación es imaginar que estás actuando en nombre de alguien más. No lo hagas personal. Pregúntate a ti mismo: ¿Cuánto debería de recibir alguien que hiciera este trabajo y se sentara en esta silla? Dado el rol de trabajo y del presupuesto, ¿cuánto deberían de pagarle?
Elegir el mejor momento es vital cuando se aborda el tema de salarios. Asegúrate de pedir una reunión en el momento oportuno. Si el pago anual es analizado en Enero, y tú pides una reunión para Febrero, probablemente hayas perdido tu oportunidad. En este caso, Noviembre podría ser una mejor opción.
Del mismo modo, no trates de combinar la discusión de tu salario con otro tema. Pide una reunión específica para discutir tu sueldo – no trates la situación dentro de una junta que trate sobre otro tema. Es importante que las cosas se mantengan enfocadas y no divagar.
No necesitas ser un maestro de la negociación para cerrar un trato, pero saber los aspectos básicos puede ayudarte a obtener un buen acuerdo:
Si no obtienes exactamente lo que querías de la conversación, mantén la calma y date a ti mismo la oportunidad de decidir en tu respuesta.
No des un ultimátum si no obtienes lo que quieres. Solo gana algo de tiempo para ti – di algo como, ‘me gustaría pensar sobre tu respuesta y retomar el tema’. No dejes que las emociones te sobrelleven. Mantente tranquilo y profesional y tómate un tiempo para reflexionar.”
En algunos casos, si no obtienes lo que quieres puede que el director simplemente no tiene el poder de hacer algo sobre el tema en ese preciso momento. En este caso, menciona que te gustaría poner una fecha para retomar la discusión. Pregunta: ¿cuándo crees que será apropiado para avanzar en el tema? Haz una nota sobre la fecha y dale el seguimiento apropiado.”
Siempre concluye positivamente. Sin importar el resultado, asegúrate de terminar la junta de manera constructiva y demuestra aprecio por el tiempo brindado.
Y si aun después de reflexionar no estás feliz con el resultado de la negociación sobre tu aumento salarial, naturalmente, podría ser el momento para pensar en buscar otro trabajo en donde el sueldo se acerca a lo que mereces.
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